Los colores de nuestra cultura, los sabores fuertes y contrastantes de nuestra historia y los matices aterciopelados de la hospitalidad mexicana se saborean en Tuch de Luna, la nueva casa de Martha Ortiz, donde la sinestesia que provoca el reflejo lunar en el mar entra por el ventanal e ilumina una colección de platillos que la mejor chef mexicana presenta a manera de cuadros de una exposición.
Tuch de Luna es su carta de amor a México, escrita desde nuestra cocina abierta, donde comparte sus valses y giros con un extraordinario equipo de mujeres.
Ahí recuerdan y escriben –a manera de guisos y postres– confesiones picantes, relatos melosos como el arroz, promesas con sabores de cuento y un festín de guiños dulces.
Martha Ortiz dice estar hecha de maíz. Con orgullo presume su mexicanidad, su género y su pasión por ser cocinera y artesana.
Durante su amplia trayectoria, lo ha demostrado con propuestas culinarias de alto contraste y estética floral, revistiendo de lírica a México, no sólo en su territorio, sino en las grandes capitales del mundo y ahora también en la Riviera Maya.